Sostiene que por este motivo, su gran sueño, es que todo el mundo pueda ver todo este material en algún museo, “independientemente de dónde, pero que no se pierda, porque son auténticas reliquias”.
La exposición de Trébol nació con el primer festival Luna de Cortos en 2014. Desde entonces, a lo largo de estos ocho años, ha sido uno de los atractivos de la semana de cine del Festival.